A menudo recibimos solicitudes de información sobre «Pilates máquinas«,  lo que es normal (ya que el método se ha desvirtuado desde sus orígenes), aunque no es correcto el término.

El método Pilates se practica con aparatos y no con máquinas. Los aparatos de Pilates son: el Mat o colchoneta, el Reformer Universal, el Cadillac, las sillas (Wunda chair, Electric chair, Baby chair), los barriles (Ladder barrel, small barrell, Spine corrector), el aro mágico, el Toe extensor, el Foot corrector, el Pedi Pole, la pared… todos ellos patentados por su inventor Joseph Pilates (excepto la pared) y todos ellos necesarios en las sesiones. Son aparatos y no máquinas, porque estas últimas no necesitan la intervención humana para funcionar (máquina expendedora de bebidas…), mientras que un aparato necesita del humano para ser usada en todo momento y está al servicio de la persona.

El uso de otros materiales como pelotas , bandas elásticas… no forman parte del método Pilates, así como otros ejercicios inventados por el profesor que no forman parte del repertorio. Con la proliferación desmesurada del método han aparecido junto a él modas, intereses económicos… y hasta certificaciones de profesores de Pilates que nada tienen que ver con el método original y tradicional.

¿Cómo saber si estoy practicando correctamente el método Pilates?

  • Tu profesor deberá contar con la CERTIFICACIÓN ORIGINAL del método (y este asunto da para otro post) y por supuesto la maestría en todos los aparatos. No es posible dividir el método en Pilates colchoneta o «con máquinas» ya que el alumno debe practicar Pilates en todos los aparatos para conseguir el objetivo, de lo contrario, no hay una comprensión holística del mismo. Sería como acudir a un dentista y que sólo usase una herramienta y no se sirviese de todo su conocimiento y utensilios necesarios para sanar tu problema.  La certificación original es muy exigente y de gran valor económico, lo que pocos están dispuestos a pasar por ello, además de tener un acceso limitado para los más idóneos que puedan garantizar en un futuro la continuidad de la tradición y no caer en la trampa del ego e inventar movimientos y conceptos que poco tienen que ver con el método.
  • La APARATOLOGÍA debe cumplir con unos requisitos acordes a  la patente de su inventor Joseph Pilates. La aparatología original normalmente viene de Estados Unidos y supone un elevado gasto, por lo que pocos estudios cuentan con ella. Podrá parecerse a la original, pero en la práctica la diferencia es enorme, cambiando el método por completo.
  • Si acudes a clases grupales, estas deben estar PROTOCOLARIZADAS por el nivel de aprendizaje (no se juntan personas de diferentes niveles de aprendizaje: básico, intermedio y avanzado) y todos los alumnos deben saber el orden de los ejercicios, muelles…ya que se trabaja el cuerpo, la mente y el espíritu. No hay que confundir nivel de aprendizaje con nivel de aptitud física.
  • Los ejercicios siguen siempre el MISMO ORDEN y se van ampliando a medida que se van comprendiendo los fundamentos del método Pilates.
  • Se usan los aparatos para alcanzar el OBJETIVO. No es posible realizar el método sólo en colchoneta o sólo en un aparato determinado. Lo brillante del profesor es saber modificar bajo estrictos protocolos de actuación.

¿Por qué otros profesionales recomiendan el «uso de máquinas en Pilates»? 

Sencillamente por desinformación. Seguramente no han practicado Pilates antes o lo han hecho de manera no adecuada, por lo que ven la colchoneta menos segura. En el método se usa la colchoneta profesional (con tiras, moon boxes, asas…) y las modificaciones necesarias. Eso es lo que marca la diferencia. En muchos sitios, al no tener colchonetas profesionales, ni el conocimiento de la modificación ni los niveles de aprendizaje, se puede convertir en «peligrosa». Por ello se hacen necesarias todas estas aclaraciones. Por otra parte, es el profesor de Pilates, el profesional que se encarga de prescribir ejercicio, el que debe confeccionar el programa.

APARATOS DEL MÉTODO

Los aparatos de Pilates

En la práctica es habitual encontrar estudios sin la certificación original (aquí muchos profesores dicen contar con la certificación original sin saber exactamente qué es y dónde se estudia, confundiendo una certificación correcta con haber «estudiado las máquinas»), con aparatología que nada tiene que ver con la del método aunque su apariencia externa es muy similar, no se imparte el concepto de la mente ni del espíritu en las clases, se usan otros materiales y confunden nivel de aprendizaje con nivel de aptitud física por lo que se encuentra en la misma clase personas con un «nivel parecido de aptitud física» pero ningún nivel de aprendizaje de los fundamentos del método.

No hay nada malo en ello, todo está bien y a muchos alumnos les funciona, les gusta, pero no están practicando Pilates. Los estudios que practicamos el método auténtico trabajamos de manera muy similar y respetando los protocolos, como si tomas una clase de Ballet o de Karate, será igual si la recibes en Ibiza, París o Tokio, todas hablarán el mismo idioma. Lo mismo con Pilates. Si tu clase de Pilates cada día es diferente, no es Pilates, pues este se basa en la repetición, como el Ballet o cualquier arte marcial.

En la época histórica que atravesamos, de inmediatez, objetivos cortoplacistas y resultados basados en la imagen, no todo el mundo está dispuesto ni preparado para recibir una clase de Pilates auténtico, donde te encuentras cara a cara con tus límites, un desafío para el cuerpo y la mente.