Actualmente y con tantas etiquetas, no es de extrañar que nos hagamos un lío entre ecológico, biológico, vegano, transgénico, paleo, orgánico, frugívoro…con este artículo voy a intentar aclarar, al menos, conceptos sobre diferentes tendencias alimenticias, diferentes maneras de ver la vida: el vegetarianismo en todas sus vertientes.
El VEGETARIANO es aquella persona que tiene como principio comer productos de origen vegetal, es decir, no comer ni carne ni pescado. La dieta de un vegetariano está basada en frutas, verduras, cereales, granos, semillas…
Sin embargo, algunos tipos de vegetarianismo acepta comer productos derivados de animales vivos: huevos, leche…estos últimos se conocen como OVOLACTEOVEGETARIANOS. Los vegetarianos que toman leche o derivados (yogur, queso…), reciben el nombre de LACTOVEGETARIANOS, muy popular entre la comunidad hindú y budista.
Normalmente se asocia a un estilo de vida que rechaza el uso de animales para producir bienes de consumo o diversión. Esta palabra nace a mediados del siglo XIX, aunque repasemos un poco la historia de esta manera de ver la vida. Pitágoras era vegetariano, defendía el derecho a la vida de los animales y no podía entender que se derramase sangre en las matanzas de animales, pudiéndonos abastecer de hierbas y vegetales. Otro personaje ilustre vegetariano: Tolstoi, quien creía que nuestros cuerpos son tumbas vivientes de animales asesinados. Algo parecido admitía también Leonardo Da Vinci afirmando que los humanos viven de la muerte de otros y que somos cementerios andantes. Gandhi oraba que la grandeza de una nación podía ser juzgada por la manera de tratar a los animales. Los mataderos son lugares donde los animales gritan y sufren y la gente no relaciona el matadero y la carne que llega a su mesa. George Bernard Shaw, escritor y polemista irlandés, respondió a la pregunta sobre su joven apariencia “Yo aparento la edad que tengo. Son los otros que se ven más viejos, pero ¿Qué se puede esperar de gente que se alimenta de cadáveres?
En resumen, el vegetarianismo es antiguo, no sólo una moda pasajera o propia sólo de algunos famosos. Es algo profundo, que va más allá de lo estético. Es una forma de vida en toda regla.
Pero cuando el vegetariano está aún más comprometido con su causa y no consume estos productos de origen animal, ni siquiera los huevos, la leche, la miel o la seda y ni siquiera viste prendas que vengan de los animales, como la lana, o calcen zapatos de piel o usen cremas o productos de higiene testados en animales, entonces hablamos del VEGANISMO. Es una evolución del vegetarianismo, en el sentido que el nivel de conciencia sobre el tema es mayor. No se pasa directamente de ser omnívoro a ser vegano, es todo un proceso.
Los productos veganos no son tan fáciles de encontrar como el resto, ya que alimentos que a priori podríamos pensar que un vegano puede consumir, a menudo contienen elementos de origen animal, como por ejemplo, los batidos que contienen suero, derivado de la leche, o las gominolas que se glasean con goma laca (proveniente de los escarabajos) o por ejemplo un colorante muy utilizado: la cochinilla, sí, la cochinilla….ese crustáceo pequeño que cuando lo tocas se convierte en una bola; estos escarabajos son triturados y los encontramos en alimentos o cosmética (por ejemplo en el pintalabios rojo, los palitos de cangrejo, los yogures de fresa…),pero claro, a menudo se esconde sólo bajo la sigla E-120 para no disminuir sus ventas.
Pero la conciencia sobre la no-violencia sobre los animales y plantas puede ir in crescendo y llegar al extremo de sólo ingerir alimentos de origen vegetal y crudos (no pueden ser cocinados a más de 46,7°). Estas personas se denominan CRUDIVEGANOS. Defienden que cuando se cocina a más temperatura, muchas proteínas desactivan sus enzimas y se destruyen o modifican otros nutrientes. También defienden que su postura beneficia al medio ambiente. Los crudiveganos promueven alimentos lo menos procesados posibles, frescos y no tratados con pesticidas químicos.
Pero todavía podemos ir más allá y encontrar a los FRUGÍVOROS que en su afán de defender al resto de seres vivos, incluyen a las plantas como seres “sintientes”. Se alimentan sólo de vegetales cosechados sin matar la planta, es decir, sólo de frutas maduras crudas , frutos secos y semillas.
Hay un gran abanico de posibilidades para alimentarnos, según nuestras creencias, y todas respetables. Sólo añadir que ser vegetariano no siempre es sinónimo de llevar una dieta sana (puedes hartarte a comer pizza todos los días y seguir siendo vegetariano), y afirmar que se puede ser vegetariano y llevar una dieta nutricionalmente equilibrada (prestando atención a la principal deficiencia que se produce de vitamina B12 si uno no planifica bien su dieta vegetariana)