Cuando hablamos de la práctica de actividad/ejercicio físico normalmente nos viene a la mente un gimnasio, correr, padle… pero hay tantas formas con las que estar en forma… y una de ellas es el flamenco. El flamenco está declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, un arte universal que nace en España, en el antiguo Al-Andalus, Extremadura y el levante, como resultado de la influencia de muchísimas culturas que pasan por nuestros territorios en la antigüedad de nuestra historia.

Para hablaros de nuestro arte he hablado con Teresa Rojas, una bailaora “granaina” afincada en Ibiza hace 22 años. Teresa me cuenta que el flamenco como baile se entiende siempre que vaya acompañado de una guitarra y cante como mínimo (el cajón es de origen peruano y fue introducido en el flamenco por Paco de Lucía, convirtiéndose en la actualidad en un acompañamiento propio de éste). Teresa imparte clases desde el año 1979, cuando todavía era estudiante y al finalizar su carrera de Psicología, dejó ésta de lado para dedicar su vida enteramente al flamenco. Sus clases se caracterizan por el rigor en cuanto el respeto que le tiene al origen del arte y la exigencia técnica que el flamenco puro posee para ser entendido como tal. Quiere preservar a toda costa el legado y eso siempre conlleva métodos ortodoxos aunque eso no implica negar la evolución, pero sí evitar el flamenco desvirtuado con fusiones. Ese es su cometido. En sus clases no hay playbacks, sólo sus palmas al compás y de vez en cuando acude un guitarrista y una cantaora en directo, que es como se debe aprender el flamenco.

Sus inicios no fueron fáciles en Ibiza ya que los alumnos no estaban acostumbrados a trabajar duro durante las clases. A lo largo de los años ha visto una evolución y mayor apreciación de esta maestría.  Gracias a profesores como Teresa podemos gozar del arte en su estado puro, sin atajos ni mezclas, aunque eso suponga un extra esfuerzo en estos días donde la rapidez juega en contra del arte de aprender a bailar flamenco, una tarea que debe cocinarse a fuego lento, sin prisa y con mucha humildad.

Analizando el baile flamenco desde el punto de vista físico, es un ejercicio que entraña gran resistencia tanto a nivel aeróbico como anaeróbico ya que en los “zapateaos” hay gran exigencia de la fuerza de grandes músculos como el cuádriceps, alcanzando altos picos de frecuencia cardíaca. Si hablamos de prevención y compensación, todo bailaor (aficionado o profesional) debería complementar las clases de flamenco con otra actividad que vele por quitar presión a las articulaciones que más sufren: tobillos, rodillas y caderas.

Las articulaciones del pie son las más castigadas con el taconeo, así que un trabajo complementario del pie sería ideal: trabajar tanto la fuerza como la flexibilidad de toda la musculatura del pie alineando previamente sus articulaciones. En el método Pilates disponemos de un aparato exclusivo para ello: el “Foot corrector”. El “Foot corrector” fue el primer aparato diseñado y patentado por Joseph Pilates. Todo se inició con este aparato. De echo, la barra del Reformer y el pedal de la Wunda chair están creados a partir de este aparato. Joseph Pilates creía que el trabajo del pie era lo primero que debía hacerse ya que era la base de una correcta alineación corporal. En aquella época practicaba boxeo y sabía que el trabajo complementario de pies era esencial. Además, durante toda la clase de Pilates la fuerza y flexibilidad del pie es trabajada: Footwork, Knee stretches… Otro aparato específico es el “Toe extensor” que trabaja los dedos de los pies desde la activación del Powerhouse (recordemos que el Powerhouse o Centro, comprende la parte delantera abdominal, trasera de la espalda baja y la musculatura de las caderas)

Durante el zapateao las rodillas permanecen ligeramente flexionadas, suaves y nunca hiperextendidas, para que no repercuta negativamente en esa articulación y en el resto, y se acompaña de una rectificación lumbar (por supuesto, cada persona tiene una columna y cadera diferente, así que esta ligera retroversión pélvica será diferente para cada persona) para disminuir las cargas que éstas deben soportar, ya que los golpes con los pies, (hasta unos 240 por minuto), son muy agresivos para éstas. La cadera debe permanecer estable y alineada. En Pilates trabajamos desde la rectificación lumbar siempre desde el objetivo de elongar la cintura y elevar los órganos internos para estirar la musculatura paravertebral y alinear las vértebras, así que es ideal para la práctica del flamenco, pero siempre desde la conexión profunda del abdomen y la elevación de la cintura, algo que también persigue la bailaora o el bailaor de flamenco. Además, la estabilización de las cinturas (tanto pélvica como escapular) es una de las bases del método Pilates, por lo que se establece una maravillosa transferencia entre ambas modalidades: aprender esa estabilización durante la clase de Pilates para aplicarla en la clase de flamenco y mejorar la “performance”, disminuyendo las lesiones y sobrecargas innecesarias.

En cuanto al pecho, siempre debe buscarse la amplitud, para que de presencia durante el baile. Se me ocurren muchos ejercicios de Pilates y en diferentes aparatos para favorecer esta postura: el “Chest expansión”, el “Dowm stretch”, todos los despliegues o extensiones de columna en la “Short box”… en todos se busca abrir el pecho.

Y como no, el trabajo abdominal es esencial. Si se mantiene durante todo el entrenamiento el abdomen hacia adentro y arriba, estarás fortaleciendo el centro abdominal y la espalda baja, además de mantener los órganos internos elevados y de esa manera quitar presión al suelo pélvico con los taconeos. Recordemos que el Pilates es un ejercicio hipopresivo. Todo esto le permite a la bailaora y el bailaor dar una sensación de cintura larga y una pose esbelta.

No se me ocurre una mejor manera que la combinación de Flamenco y Pilates para practicarlo de manera segura y eficaz! Y no se me ocurre nadie mejor que Teresa para descubrir el flamenco en estado puro: sus clases se componen del aprendizaje de pasos de baile además de incursiones culturales tanto musicales, históricas y culturales!

Artículo publicado en el Diario de Ibiza