LA FUERZA DE LA MENTE EN EL DEPORTE

La palabra “mente” puede tener decenas de significados en el tema del movimiento, el  ejercicio físico, el deporte….puede significar “intención”, “visualización”, “voluntad”, “uso directo del sistema nervioso”, “imaginación”, “memoria”…

Involucrar la mente en el deporte es esencial para que el resultado sea positivo, como casi todo en esta vida.

¿Podemos jugar un partido de pádel sin estar concentrados? Seguramente sí, pero el resultado será recibir pelotazos por todas partes o algo parecido….¿podemos levantar pesas sin poner el foco o intencionalidad en ello? Pues claro, de hecho es lo que veo constantemente en el gimnasio….pero el resultado es poco  positivo…lesiones, no conseguir el objetivo, pasar el rato en vez de entrenar, frustración….¿podemos ir a Pilates sin estar concentrados? Definitivamente no….lo único que harás es perder tu tiempo y el de tu profesor…..pero una de las cosas más importantes es la VOLUNTAD.

La VOLUNTAD, lo que se conoce como el “will” en inglés, son las ganas de actuar, por ejemplo, el hecho de asistir al entrenamiento, sea cual sea, tras el eterno tira y afloja entre el “¿voy o no voy? cuando la pereza aparece. Ese acto de ir, de estar y de querer hacer la secuencia de ejercicios es una de las cosas más importantes durante la sesión. Es la voluntad, el entusiasmo, el espíritu el que garantiza el éxito. La voluntad es cómo el alumno se muestra durante la sesión: sus ganas, su pro actividad.

Como entrenadora, lo que más agradezco de mi alumno es la voluntad y la concentración. Si me lo dan, es entonces cuando yo me regalo dando de mí lo mejor. Para el entrenador, enfrentarse a una sesión de entrenamiento (ya sea entrenamiento personal o grupal y de la disciplina que sea) en la que esos dos factores no estén presentes, es algo tedioso que con los años de experiencia se convierte en insoportable. Lo que quiero es entrenar a mentes y cuerpos dispuestos a aprender y a dar lo mejor de sí, como yo.

Cuando una persona decide entrenarse, decide dedicar parte de su tiempo a sí mismo, a su mente, a su cuerpo y a su espíritu. Es un compromiso con uno mismo y con el entrenador. Cuando uno decide estar en el estudio, gimnasio, pista de atletismo, en la pista de motocross….no vale llegar tarde por costumbre, no vale el “no puedo”, no vale el “estoy cansado”, no valen los bostezos o caras de aburrimiento….porque eso es caer en las redes de nuestro “yo perezoso”, del  que boicotea nuestra felicidad, del  “yo inconstante y poco comprometido”. Por todo ello, ir a entrenar el cuerpo, es ir a entrenar todas esas partes de la mente. Por consiguiente, se entrena el espíritu. No conozco ninguna disciplina deportiva que no exija entrenar esas tres partes, de una u otra manera.

Dentro de mi especialidad, la contrología o el método Pilates, he aprendido que la mente es la que debe controlar nuestra musculatura y movimiento. Romana Kryzanowska, la heredera del método, decía que Pilates era “inteligencia guiada por la voluntad, usando la memoria y la imaginación, asistidas por la intuición”. Es decir, que se desarrolla la inteligencia, que es la capacidad de adquirir y aplicar los conocimientos nuevos, la voluntad, la memoria  (si acudes a clases de yoga, no esperes que cada vez tu profesor te recuerde las asanas, o si practicas Pilates, es tu responsabilidad aprender la secuencia de ejercicios para no romper la fluidez, o si practicas baloncesto, no vale que tu capitán tenga que recordarte la “jugada dos” antes de cada partido….desarrolla tu memoria!), la imaginación (la facultad de formar nuevas ideas o imágenes, tan presentes en muchas disciplinas deportivas como el Tai-chi) y finalmente la intuición (la habilidad de entender algo inmediatamente sin necesidad de la parte consciente). Todas estas facultades son enormemente valiosas para la vida, y las aprendemos a través del deporte, así que si vas a entrenar, prohibido hacer la lista de la compra mientras lo haces!

No olvides tu mente en casa!

Artículo publicado en el Diario de Ibiza