Que el ser humano debe ejercitarse  para estar fuerte  es algo indiscutible. Y que las embarazadas deben llegar fuertes para afrontar ese momento animal y salvaje, que es el parto, también es indiscutible. Hay múltiples estudios que lo demuestran, pero utilicemos la lógica y el “sentido común”.

El momento del parto es bestial, se deben reunir todas las fuerzas de las que se  dispone y poner en funcionamiento la máquina para que el bebé salga, de la manera menos agresiva tanto para él como para la madre (evitando desgarros vaginales, una cesárea, la anestesia…). Evitar en lo posible no significa no hacer uso de ello cuando es necesario. Para ese momento y la recuperación de la madre es necesario prepararse, como si fuera una prueba física extrema. Pero ¿cómo y cuánto?

Hay que diferenciar dos tipos de futuras mamás que acuden a clase: las que entrenaban previamente y las que no. Para estas últimas…el embarazo no es el mejor momento de una mujer para iniciarse en la práctica del ejercicio físico, pero si hay que elegir entre una vida sedentaria o un ejercicio físico supervisado y muy específico, elijo lo segundo. Por otro lado, la mujer que entrena y se queda encinta seguirá su programa modificando lo necesario.

Recordemos como nuestras abuelas acudían al parto de una manera muy diferente a la nuestra, la diferencia es que estaban más fuertes que nuestras generaciones, simplemente por el hecho de trabajar de la forma en que lo hacían.

CAMBIOS FÍSICOS y QUÉ HACER AL RESPECTO

  • Las curvaturas naturales de la columna se acentúan más à se deberán rectificar en la medida de lo posible para contrarrestar esa presión articular que soportan las vértebras y fortalecer de manera específica la faja lumbo-pélvica-abdominal
  • El centro de gravedad cambia deprisa à fortalecer el centro corporal para disminuir los efectos de la pérdida de equilibrio
  • La circulación sanguínea ya no es tan fluida à hacer ejercicios que mejoren la circulación y el retorno venoso, desfavoreciendo la aparición de varices, propias de la gestación
  • La articulación del tobillo experimenta una presión mayor en poco tiempo à darle más movilidad a los pies y fortalecerlos para soportar ese peso de más
  • Se segrega más Relaxina, una hormona que hace que aumente la flexibilidad à supone un beneficio para que la pelvis adopte una nueva posición para el parto, pero a la vez, comporta mayor inestabilidad articular y propensión a lesiones y para ello hay que trabajar la estabilidad de caderas y columna sobretodo.
  • Aumento rápido de peso corporal à habrá que hacer el gasto calórico correcto para no coger demasiado peso, o sea, alimentarse bien y ejercitarse
  • Aumento de las mamas à eso conlleva a un cambio postural, de manera que los hombros se van hacia delante y la espalda empieza a tener más presión. Por lo tanto, habrá que dar movilidad a la columna, trabajar la apertura del pecho y fortalecer la espalda
  • El suelo pélvico soporta más peso à es como una compresa que debe soportar todos esos kilos de más que avanzan rápidamente y que debe estar fuerte y flexible para que tras el parto no esté “cedido” y se produzcan pérdidas de orina y otros efectos indeseables, como prolapsos viscerales
  • Algunos músculos se acortan (como los flexores de la cadera) y otros se debilitan à elongar y tonificar la musculatura implicada

EL PARTO

Hay que llegar fuerte y fuerte significa que:  la musculatura esté entrenada para resistir en el tiempo el esfuerzo y el hacer contracciones máximas en tiempos cortos, además de que esté fuerte para que no se lesione después del esfuerzo (y aquí hablo de musculatura interna pero también externa)

POSTPARTO

El cuerpo se ha ido ensanchando y sufriendo todo tipo de cambios durante 9 meses, ahora habrá que ayudarlo a volver a su estado habitual, tras la cuarentena. Este periodo va desde los 9 meses hasta los 2 años.

Especial atención a la musculatura del centro (abdomen, espalda, caderas, suelo pélvico…) que ha sufrido durante muchos meses y necesita tonificarse de nuevo. Además durante el postparto los dolores de espalda son frecuentes por la manera de coger al bebé, dar el pecho….y hay que contrarrestar los efectos negativos

QUÉ COSAS EVITAR DURANTE EL ENTRENAMIENTO

  • La fatiga. El embarazo no es el momento de mejorar la forma física sino de mantener la adquirida previamente.
  • Ejercicios hiperpresivos para el suelo pélvico, es decir, que al hacerlo se ponga más presión en la musculatura pélvica. Un ejemplo, una mujer que nunca ha trabajado con pesos y ahora decida hacerlo, no sería conveniente…

ESPECIALISTAS

Te recomiendo que si estás embarazada no elijas el centro o el profesor que más cerca o cómodo te pille, no escatimes en dinero o esfuerzo porque puede costarte muy caro. Atiendo a unas 8 embarazadas por mes hace muchos años y veo cómo algunas personas han “destrozado” su suelo pélvico, literalmente, por seguir los consejos de personas no cualificadas para estos menesteres. Personal cualificado no significa un curso de fin de semana sobre embarazo, sino alguien que conozca el cuerpo anatómico en profundidad y domine el arte del movimiento, así que elije bien!

Artículo publicado en el Diario de Ibiza