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¡Hidrátate bien!

Hidratación

Cuando nacemos, un 75% de media de nuestro cuerpo está compuesto por agua y en la edad adulta desciende a un 60%, siendo en las mujeres algo menor que los hombres.

Para mantener estas cifras es necesario que bebamos unos 2 litros al día de líquidos o aproximadamente un gramo de agua por cada caloría consumida, pero siempre dependerá del género, el peso, la actividad física, el metabolismo de cada persona, las condiciones ambientales,  la lactancia… También introducimos líquidos en nuestro cuerpo a través de los alimentos, como el gazpacho y sopas, las frutas como la sandía y las verduras como la lechuga que contienen un alto índice de agua, el queso fresco y el yogur, los mariscos…

Necesidades de agua corporal

Veámoslo más detalladamente:

Las mujeres embarazadas necesitan unos 3 l al día y en el periodo de lactancia aumenta a unos 3,8 l al día

¿Qué hace el agua corporal en nuestro organismo?

Por todo ello, mantener el nivel de agua corporal adecuado es muy importante para muchas funciones vitales

 Los electrolitos

El agua corporal contiene electrolitos como el sodio, potasio, magnesio, fosfato, bicarbonato… y ejercen unas funciones muy importantes para el cuerpo humano: estos electrolitos son los responsables de la comunicación eléctrica a través del cuerpo, las reacciones nerviosas y la función muscular. Cuando se produce un desequilibrio de electrolitos en el cuerpo se pueden experimentar espasmos musculares, debilidad, latidos irregulares, cambios en la presión arterial… por ello, la pérdida de líquidos en el cuerpo puede ser peligrosa por la pérdida de estos electrolitos ya que desempeñan funciones muy importantes.

 ¿Por dónde perdemos agua diariamente?

Perdemos una gran cantidad de agua diariamente: durante la respiración, mediante el sudor y la orina, a través de las heces, en la producción metabólica….

Actividad física y agua corporal

Cuando entrenamos nos sometemos a una pérdida de agua que oscila entre 1,5 y 3,5 litros por hora a través del sudor, disminuyendo el rendimiento y poniendo en riesgo la salud (lesiones musculares, pérdida de concentración, dolor de cabeza, calambres…). El mecanismo de la sed se activa cuando perdemos unos 2l de agua corporal y a estos niveles ya se pone en riesgo la regulación de la temperatura corporal. Es importante hidratarse antes de que aparezca la sed.

El sudor es hipotónico, es decir que contiene mucha más agua que electrolitos, así que si el entrenamiento no es intensivo, será suficiente con beber agua. Si el entrenamiento conlleva a  mucha sudoración, se deberán reponer líquidos con electrolitos, como las bebidas isotónicas.

Durante el verano, cuando sudamos más por las temperaturas, conviene ingerir obviamente más líquidos y más alimentos ricos en agua y recuerda no llegar hasta el punto de tener sed, ya que en ese momento las alarmas se han puesto en marcha avisándonos del inicio de la deshidratación!

Artículo publicado en el Diario de Ibiza

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